50.- Sedoanalgesia y manejo Sindrome abstinencia neonatal
Abril 2015
Sedoanalgesia y manejo del sindrome de abstinencia neonatal
Dra. Andrea Escobar Apel
El dolor se define como "una experiencia sensorial y emocional desagradable, con daño tisular actual o potencial" , siendo experimentado por los recién nacidos, incluso prematuros. El dolor tiene consecuencias inmediatas (respuesta inflamatoria y del estrés, resultando en desequilibrio metabólico y hemodinámico), y mediatas (leucomalacia periventricular y reprogramación neurológica y conductual). Los pacientes UCIN son expuestos frecuentemente al dolor. Sin embargo, sólo 20% de los procedimientos dolorosos se realiza bajo analgesia.
Esto se explica por:
Dificultad para objetivar el dolor en los RN, especialmente en prematuros.
Falta de información respecto a la seguridad y eficacia de las terapias.
Hoy se reconoce que el manejo del dolor es un derecho básico, pero además es fundamental para optimizar los resultados a corto y largo plazo. Por otro lado, la implementación de protocolos de sedoanalgesia en UCIN ha logrado aumentar la satisfacción de los equipos, sin generar efectos adversos ni prologar la estadía. Por ende, en nuestro servicio, se recomiendan las siguientes intervenciones:
1.- Prevención:
Evitar el dolor, siempre que sea posible : Limitar el número de tomas de exámenes y/o punciones.
Mantener protocolos para exámenes de seguimiento, juntar muestras en una toma.
Para punciones frecuentes, mantener línea arterial o venosa permeable.
Manejo ambiental: ambiente térmico neutral, minimizar el ruido y la luz, regular visitas, evitar el hambre, contención física, mínima manipulación.
Minimizar los procedimientos y monitorizaciones invasivas.
2.- Evaluación:
Debe ser oportuna, precisa y periódica.
Existen diversas escalas, pero entre las más usadas figura la escala PIPP, que utiliza criterios fisiológicos y conductuales, y ha sido validada en prematuros y RN de término. (Anexo 1)
Se sugiere su aplicación periódica en pacientes UCIN, cada 8 horas, repitiéndose 30 minutos tras cada procedimiento doloroso y/o cambio de dosis de sedoanalgesia utilizada.
Según el resultado obtenido, se indicará el ajuste correspondiente en la terapia.
3.- Manejo
Se recomienda un formato "en escala", según la evaluación obtenida (PIPP).
a.- No farmacológico :
Estas medidas son aplicadas durante procedimientos asociados a dolor leve a moderado, como la venopunción, punción de talón, cateterismo vesical, inserción de sonda nasogástrica y fondo de ojo.
En estos casos se ha demostrado beneficio al administrar solución de sacarosa al 24%, 0.012-0.12 mg (Anexo 2).
Como alternativa se ha validado el uso de glucosa 20 a 30%.
Ambas reducen el tiempo de llanto y PIPP.
Medidas sinérgicas son la alimentación, idealmente al pecho, la succión no nutritiva y la estimulación sensorial múltiple (voz y tacto, idealmente de la madre).
b.- Farmacológico:
1.- Anestésicos locales:
Lidocaína: Bloquea los canales de sodio, evitando la despolarización neuronal. Su uso se remite a la circuncisión.
EMLA: Ungüento de lidocaína 2,5% y prilocaína 2,5%. Su uso es tópico, sobre piel intacta. Reduce el dolor en punción venosa, punción lumbar, inserción y retiro de tubo pleural. Vacunas y circuncisión. No es efectiva para punción de talón. El riesgo de metahemoglobinemia no es significativo respetando la dosis máxima (1g). El uso en prematuros (< 37 semanas) no se recomienda por falta de estudios.
2.- Analgésicos no opiáceos:
Paracetamol: Bloquea la síntesis de prostaglandinas a nivel central (COX2b y COX3). Utilizado ante dolor leve, como antipirético, y para el dolor postoperatorio no inmediato. No es útil en punciones.
AINES: Bloquean la síntesis sistémica de prostaglandinas (COX1 y COX2). Su uso actual se remite al ibuprofeno e indometacina para tratamiento del ductus arterioso persistente, debido a sus efectos adversos (renales, plaquetarios, mucosas, hemorragia intracerebral).
3.- Analgésicos opiáceos:
Actúan sobre receptores µ, o y K opioides, que a su vez actúan mediante proteínas Gi (inhibidoras), generando hiperpolarización neuronal y menor liberación de neurotransmisores. Utilizados para dolor moderado a severo (procedimientos invasivos, ventilación mecánica, postoperatorio). Tienen propiedades ansiolíticas y relajantes. Como desventaja tienen efectos hemodinámicos (hipotensión), respiratorios (obstrucción bronquial por liberación de histamina), y una elevada unión a albúmina. Logran reducir los seores de dolor y mejoran la sincronía en VM, pero aumentan su duración y no disminuyen la mortalidad. Aún no hay evidencia suficiente para recomendar su uso.
Morfina: libera histamina en mayor proporción, con mayor riesgo de hipotensión, bradicardia y broncoespasmo. Metabolización hepática (inmadurez en prematuros). Mejor potencia analgésica y sedación. Intolerancia alimentaria y constipación. Peak 45-90'. Duración 4-5 horas.
Fentanyl: 50-100 veces más potente que la morfina. Tiene efecto rápido y breve .. Es el que preserva mejor la hemodinamia. Sus desventajas son la rápida aparición de tolerancia, el riesgo de tórax rígido, y la baja sedación. Muy lipofílico (atraviesa BHE). Peak 3-4'. Duración 30'.
Remifentanyl: "Nuevo" opiáceo. Efecto rápido y breve (intubación). Metabolismo por estearasas plasmáticas. Peak 1 '. Duración 5-1 O'.
Metadona: Analgésico potente, inicio rápido y acción prolongada. Buena biodisponibilidad por vía entera!. Bajo costo.
4.- Benzodiazepinas:
Ansiolíticos utilizados para proveer sedación, relajación muscular y amnesia, pero proveen poca analgesia. Actúan inhibiendo el receptor GABA. Efectos adversos incluyen mioclonías, sedación excesiva, depresión respiratoria y ocasionalmente hipotensión.
Midazolam:
Es la benzodiazepina más usada en UCIN.
Genera mayor sedación al usarse en conjunto comparado con morfina sola, sin aumentar los efectos adversos.
Al usarse como sedante único, generaría más efectos adversos comparado con opiáceos (NOPAIN: HIV, LMPV, muerte, estadía hospitalaria). Además se genera una exposición riesgosa a alcohol bencllico.
Por último, debido a su metabolismo hepático por glucuronidación, interfiere con el metabolismo de la bilirrubina (especialmente en el asfixiado o prematuro).
Por lo anterior, no se recomienda el midazolam como sedante de rutina.
Lorazepam:
Tiene vida media mayor (8-12 hrs), por lo que no es necesario su uso en infusión continua.
Se utiliza en convulsiones neonatales como segunda o tercera línea. Se ha asociado a exposición a propilenglicol.
5.- Barbitúricos
El fenobarbital es considerado la primera línea en el tratamiento de las convulsiones neonatales. Sin embargo, su uso como sedante, analgésico y para el síndrome de abstinencia neonatal ha sido cuestionado por la evidencia.
6.- Hidrato de cloral
Es utilizado cuando se requiere sedación (sueño), sin analgesia, como en procedimientos imagenológicos o EEG.
Es convertido a tricloroetanol, que es metabólicamente activo.
Existen reportes de desaturación en prematuros y RN de término menores de un mes que lo recibieron para resonancia magnética, por lo que requiere monitorización.
7.- Propofol.
Ha crecido su uso como analgésico, principalmente para intubación, logrando mayor efectividad con menos efectos adversos.
Sin embargo, en prematuros su farmacocinética es errática, por lo que debe usarse con precaución.
8.- Ketamina
Anestésico disociativo, provee analgesia, sedación y amnesia.
Genera un leve aumento de la presión sanguínea y frecuencia cardiaca, con mínimo efecto sobre la circulación cerebral, por lo que sería una buena alternativa en el paciente hemodinámicamente comprometido que requiere de procedimientos invasivos.
La falta de estudios hace mantener esta medicamento como una alternativa a usar con precaución.
Síndrome de abstinencia neonatal:
Ante la inminente complejización del paciente neonatal (falla respiratoria severa, cirugías complejas, ECMO, etc.) la exposición prolongada y en dosis elevadas a sedoanalgesia se ha vuelto frecuente, y con ello, el síndrome de dependencia adquirido a opioides y benzodiazepinas. Este se caracteriza por la presencia de tolerancia (necesidad de aumentar progresivamente las dosis para lograr el mismo efecto) y abstinencia (signos y síntomas que aparecen ante la disminución o suspensión brusca de la droga). Hoy se presenta incluso sobre el 50% de los pacientes UCIN. Debe recordarse que gran parte de estos conocimientos provienen del síndrome de abstinencia neonatal, donde el recién nacido presenta síntomas secundarios al consumo materno de drogas durante el embarazo.
Los mecanismos de tolerancia conocidos incluyen desensibilización del receptor opioide (por downregulation, internalización o desacoplamiento de proteína G¡) y upregulation de AMPc (por sensibilización de AMPc o acoplamiento a proteína Gs (estimulante)). Estos procesos son mediados por protein-kinasas. Factores de riesgo para tolerancia son: La duración de la ocupación del receptor (>5 días), la dosis total acumulada (>1,6 mg/kg), la capacidad tolerogénica intrínseca del opioide (sintéticos>naturales, o fentanyl >morfina >metadona), prematurez (generan metabolito antianalgésico), sexo masculino.
La presentación clínica incluye signos y síntomas neurológicos, gastrointestinales y autonómicos (Tabla 1). Se debe mantener un alto índice de sospecha, ya que estos síntomas son inespecíficos, traslapándose con los de pacientes graves. No existe una escala universalmente aceptada, siendo importante la aplicación constante de la misma herramienta en cada unidad, como por ejemplo la escala Finnegan (Anexo///).
Tabla 1: Síntomas y signos de abstinencia neonatal por narcóticos
La prevención debe considerar el uso adecuado de sedoanalgesia, es decir, la dosis mínima efectiva, por el tiempo mínimo necesario. Según lo anteriormente señalado, esto se logra mediante la revisión periódica del esquema y dosis utilizados, además de favorecer terapias poco invasivas (Ej. VMNI). El manejo incluye medidas ambientales (estímulo mínimo), protocolos de destete y terapias farmacológicas coadyuvantes, entre estas últimas la infusión concomitante de opioides con ketamina o naloxona, aunque se encuentran en fases experimentales.
En nuestra unidad se recomienda el siguiente protocolo para el destete de fentanyl y midazolam :
Iniciar metadona oral tras uso de fentanyl de 7 a 14 días :
Calcular dosis total diaria de fentanyl (mcg infusión x peso x 24 hrs)
Multiplicar por 100 (potencia fentanyl: metadona= 100: 1)
Dividir por 6 para corregir vida media mayor de metadona, esta dosis equivale a la "dosis diaria" que no debe exceder 24 mg al día de metadona
Ojo: Convertir dosis metadona de mcg a mg (dividir por 1000)
Día 1: 100% "dosis diaria", fraccionada cada 6 horas ( no exceder 24 mg al día de dosis de metadona)
Día 2: 80% "dosis diaria", fraccionada cada 8 horas
Día 3: 60% "dosis diaria", fraccionada cada 8 horas
Día 4: 40% "dosis diaria", fraccionada cada 12 horas
Día 5: 20% "dosis diaria", en 1 dosis
Día 6: suspender metadona
*Retiro fentanyl: bajar dosis en 50% con segunda dosis de metadona, bajar otro 50% con la tercera. Suspender dosis con la cuarta dosis de Metadona
Iniciar metadona oral tras uso de fentanyl >14 días:
Repetir pasos a, b, e y d
Días 1 y 2: 100% dosis diaria, fraccionada cada 6 horas, por 48 horas
Días 3 y 4: 80% dosis diaria, fraccionada cada 8 horas, por 48 horas
Días 5 y 6: 60% dosis diaria, fraccionada cada 8 horas, por 48 horas
Días 7 y 8: 40% dosis diaria, fraccionada cada 12 horas, por 48 horas f) Días 9 y 1 O: 20% dosis diaria, 1 vez al día, por 48 horas
Día 11: suspender metadona
Iniciar lorazepam oral tras uso de midazolam > a 7 días:
Calcular dosis total diaria de midazolam (mcg infusión x peso x 24 hrs)
Dividir por 2 (potencia lorazepam: midazolam = 2:1)
Dividir por 6 para corregir vida media mayor de lorazepam
Día 1: 100% dosis diaria, fraccionada cada 6 horas
Día 2: 80% dosis diaria, fraccionada cada 8 horas f) Día 3: 60% dosis diaria, fraccionada cada 8 horas
Día 4: 40% dosis diaria, fraccionada cada 12 horas
Día 5: 20% dosis diaria, en 1 dosis
Luego administrar día por medio hasta suspender
Anexo I.- Escala PIPP (Stevens 1996)
Anexo II.- Resumen por Procedimiento
Anexo III.- Escala Finnegan modificada (neonatal)
Bibliografía
R. Whit. Anesthesia and Analgesia in the NICU. Clin Perinatol. 39 (2012) 239. 2. Mark L. Hudak, Rosemarie C. Tan. The committee on drugs and the Committee on fetus and newborn. Neonatal Drug Withdrawal. Pediatrics 2012;129;e540
Stevens, B. Premature lnfant Pain Profile: development and initial validatíon. Clin J Pain. 1996 Mar;12(1):13-22.
Finnegan LP. Neonatal abstinence syndrome: assessment and pharmacotherapy. In: Nelson N, editor. Current therapy in neonatal medicine. 2 ed. BC Decker; 1990.